Friday, November 21, 2008

El autismo del mercado

En los cuatro últimos años ha cogido mucha fuerza el movimiento “post-autista” en economía

El autismo del mercado

Paseando por el nuevo campus de la Universidad Complutense en Madrid, en mayo de 1999, me sorprendió ver un eslogan pintado en la pared: ‘¡La economía trata de la gente, no de curvas!

Lunes 17 de noviembre de 2008, por Diego Guerrero

Primero fue un grupo de estudiantes franceses de doctorado (de l’École Normale Supérieure) el que protestó por la falta de pluralismo y el exceso de formalización en la enseñanza y en la investigación de la economía. Luego salió un segundo manifiesto, procedente de la no menos prestigiosa Universidad de Cambridge (en el Reino Unido), que se unió a la protesta sobre bases y argumentos muy similares. Y finalmente han surgido manifiestos e iniciativas en todo el mundo, que han culminado en un “movimiento post-autista” en Economía, que se sostiene en la página web de la pae (post autistic economics) y su correspondiente revista electrónica

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El autismo
Sufrido por los jóvenes economistas liberales más fanáticos, reflejo del sistema económico que defienden

En los dos últimos años ha cogido mucha fuerza el movimiento «post-autista» en economía. Primero fue un grupo de estudiantes franceses de doctorado (de l’École Normale Supérieure) el que protestó por la falta de pluralismo y el exceso de formalización en la enseñanza y en la investigación de la economía. Luego salió un segundo manifiesto, procedente de la no menos prestigiosa Universidad de Cambridge (en el Reino Unido), que se unió a la protesta sobre bases y argumentos muy similares. Y finalmente han surgido manifiestos e iniciativas en todo el mundo, que han culminado en un «movimiento post-autista» en Economía, que se sostiene en la página web de la pae (post autistic economics) y su correspondiente revista electrónica.

Aunque se pueden encontrar otros precedentes a este movimiento –no en vano el problema viene realmente de lejos—, es grato encontrarse con la sorpresa de que, en el último número de la prestigiosa revista neoyorquina Science and Society, el editorialista comente lo siguiente:

«Paseando por el nuevo campus de la Universidad Complutense en Madrid, en mayo de 1999, me sorprendió ver un eslogan pintado en la pared: ‘¡La economía trata de la gente, no de curvas!’. Nadie que no haya estudiado Economía puede captar plenamente ese sentimiento estudiantil de tormento por culpa de las “curvas”, esas relaciones entre variables que se representan mediante diagramas (por ejemplo, la intersección de las curvas de oferta y demanda). El eslogan criticaba la teoría abstracta y cuantitativa de la Economía –y por extensión de las ciencias sociales en general— y abogaba por el estudio de la realidad concreta, histórica y social. No tenía ni idea entonces de que ese eslogan ‘gente versus curvas’ iba a resultar profético. En junio de 2000, un grupo de estudiantes franceses publicó un escrito en la ‘web’, quejándose del estado actual de la Economía: su uso indiscriminado de las matemáticas; el ‘dominio represivo’ de la teoría neoclásica y la exclusión de enfoques alternativos y críticos. Los estudiantes llamaban a los profesionales de la Economía a comprometerse con lo empírico y lo concreto; a evitar el ‘cientifismo’ y abrazar ‘un pluralismo de enfoques adaptado a la complejidad de los objetos económicos y a la incertidumbre que rodea a la mayoría de la grandes cuestiones económicas’; así como a realizar reformas ‘para rescatar a la Economía de su estado autista y socialmente irresponsable’. El manifiesto puso en marcha el Movimiento por una Economía Post-autista, que se ha propagado como el fuego entre los estudiantes de Francia y España, y cuenta con un número creciente de adeptos también en otros países. El 21 de junio, Le Monde hizo un reportaje sobre el tema y se interesó por la opinión al respecto de importantes economistas de todo el mundo. En diciembre del 2000, se realizó un Congreso para reunir propuestas más detalladas. Desde entonces, el movimiento ha seguido creciendo y desarrollándose (http://www.paecon.net/)».

En las Jornadas de Economía Crítica de Valladolid del 28 de febrero al 1 y 2 de marzo de 2002 (las octavas que se celebran en España desde 1987), se discutió un manifiesto que propuso que nos sumásemos en nuestro país a este movimiento. Por tanto, pareció ésta una buena oportunidad de volver a discutir sobre el autismo en la Economía académica y universitaria, empezando quizás por el análisis del fenómeno que le sirve de base real, que es el autismo económico que practica el mercado en la realidad (no sólo en la teoría).

En mi opinión, sobre la cuestión del papel del mercado en la economía y en la sociedad hay tres grandes corrientes cuyo impulso fundamental podemos caracterizar como sigue. En primer lugar, están los «fundamentalistas del mercado», aquéllos a quienes siempre parece insuficiente la cantidad de mercado realmente existente, y que, como los defensores de cualquier otra panacea, hacen bien en ser coherentes con su diagnóstico y reclamar la receta apropiada que se sigue del mismo. Por tanto, sus partidarios quieren universalizar y globalizar aun más la economía de mercado –«el problema es que no hay suficientes mercados», nos dicen—, y recortar o eliminar todas las instituciones y reglas que se oponen por doquier a su dominio absoluto. Estos economistas están dispuestos, no sólo a privatizar el sistema nacional de ferrocarriles (véase la excelente película de Ken Loach, «La cuadrilla», para una ilustración de sus efectos en el caso británico), sino a privatizar incluso las cárceles y, si hiciera falta, siguiendo los postulados del maestro de Margaret Thatcher, Friedrich von Hayek, a privatizar totalmente el dinero en circulación.

Un segundo grupo de economistas, crítico del primero, se presenta como la alternativa a éste y se preocupa, por tanto, sobre todo, por aparecer como lo contrario del fundamentalismo. Entre los que insisten en los numerosos «fallos del mercado» hay todo tipo de sensibilidades teóricas y prácticas, desde las que se basan en un sentido del realismo más acorde con el sentido común hasta las que, más cultas, apoyan sus argumentos en sólidas tradiciones de pensamiento que, si no arrancan con celebridades del siglo XIX, como Karl Marx o Thorstein Veblen, lo hacen con famosos autores del siglo XX o incluso del XXI, desde Karl Polanyi y Maynard Keynes hasta Amartya Sen o Albert Hirschman. Como decía recientemente José Luis Sampedro, el decano de los economistas españoles, para ellos (los críticos) no se trata de eliminar el mercado, sino de conseguir que la economía de mercado no se convierta en una «sociedad de mercado», en una especie de «régimen» todavía más totalitario y asfixiante que el que denunciaron en su momento Diego López Garrido y Nicolás Sartorius (ambos socialdemócratas y ex-comunistas).

Desde esta perspectiva, se entiende bien lo que el movimiento post-autista, integrado sobre todo por economistas pertenecientes a este segundo grupo, concibe como el autismo de los economistas mayoritarios. Es verdad que la definición que del autismo ofrecen los diccionarios plantea algunos problemas de aplicación en este caso. Por ejemplo, el excelente Diccionario de Seco nos describe el autismo como un «trastorno psicológico caracterizado por el ensimismamiento y la falta de interés por el mundo exterior, generalmente acompañado de aislamiento y dificultad de comunicación». Cierto es que los economistas ortodoxos y los fundamentalistas del mercado se encierran en sus modelos bellamente construidos y se olvidan del desapacible mundo exterior. Pero no es verdad que en esa actitud se vean limitados por dificultad de comunicación alguna, sino más bien todo lo contrario. De hecho, de lo que nos quejamos los economistas críticos, en España y en el mundo, es de que estos fundamentalistas de mercado se comunican tanto, con tanta facilidad y con tales medios, que, como efecto colateral inevitable, nos tienen a los demás en un tris de que callemos para siempre jamás.

Pero más difícil lo tenemos aun quienes simpatizamos con el reducido grupo de economistas que compone el tercer grupo en liza. En este caso, no se trata simplemente de denunciar los «fallos de mercado» porque, pensándolo bien, ¿qué partidario del mercado, desde Adam Smith a Milton Friedman, no ha sido al mismo tiempo crítico de algunos de sus fallos más sonados, como ése al que tanta manía le tienen y que se llama «monopolio»? ¿Qué economista, incluidos Carlos Rodríguez Braun o Pedro Schwartz en nuestro suelo patrio, se atrevería a negar la existencia de externalidades o de bienes públicos puros?

Sin embargo, lo que el reducido tercer sector de economistas planteamos es que, a lo peor, es el propio mercado el que encierra el fallo. No se trata de que el Estado y otras instituciones deban complementar o completar el papel del mercado porque hay funciones que aquéllos pueden y deben cumplir mejor que éste. De lo que se trata es que es muy posible que la culpa de los males económicos reales que padece la sociedad de mercado sea del propio mercado. Si el mercado funciona desequilibradamente y crea desigualdad, y si el Estado, tras dos siglos y medios de esfuerzos aparentemente bienintencionados, no es capaz de invertir esa tendencia a la desigualdad, que se presenta hoy con más fuerza que nunca, a lo peor resulta que el sistema no funciona correctamente (sólo hay que leer los periódicos con atención para darse cuenta).

Y es que los economistas de esta tercera clase (los que no viajamos en coche cama ni siquiera en litera) tenemos una pregunta que hacer a nuestros colegas, tras un comentario previo para tantear si podemos ponernos de acuerdo.

Comentario (triple). Los que viajáis en primera nos habláis de la «economía del bienestar» que genera y difunde el mercado entre toda la sociedad. Los que viajáis en segunda respondéis que qué sería del mercado y de la sociedad si no fuera por la benéfica actuación contrarrestante del «Estado del bienestar». Sin embargo, los que nos agolpamos en los vagones de tercera no observamos el bienestar sino en la televisión que nos retransmite lo que sucede en los coches delanteros del tren.

Pregunta. ¿Tan seguro está todo el mundo de que es absolutamente imposible que la sociedad se decida a sustituir estos anticuados trenes por otros en los que todos los viajeros disfruten y sufran de las mismas condiciones materiales?

Sunday, October 07, 2007

¡Keynes, despierta, se han vuelto locos!

¡Keynes, despierta, se han vuelto locos!

Joaquín Estefanía (*)
Bitácora

La economía está llena de paradojas en su relación con la política y con la realidad. A principios de los noventa eran hegemónicos en Europa los socialdemócratas y la coyuntura era buena; entonces se firmó el Tratado de Maastricht, que comprendía las condiciones más ortodoxas para guardar los equilibrios macroeconómicos (inflación y déficit bajos, deuda contenida, tipos de cambio estables y tipos de interés reducidos).

Una década después, los dominantes son los conservadores -algunos de las cuales se autocalifican de liberales-, Europa lleva dos años intentando salir del estancamiento y para lograrlo han llegado a la conclusión de que tienen que aplicar una política económica con dos ejes: recorte de impuestos (para estimular el consumo) y mayor gasto público en infraestructuras e Investigación y Desarrollo I+D (para cebar la bomba, reducir el paro y estimular la demanda). Un programa típicamente keynesiano.

La venganza es un plato frío. ¡Qué reconocimiento para el viejo Keynes volver a ver sus recetas después de tantos años de experimentos fracasados! El paradigma más aproximado de sociedad ideal es, para los neoliberales, EE UU... que en estos momentos aplica la reducción de impuestos (para las clases más favorecidas) y la multiplicación del gasto público en defensa y seguridad. Resultado: más de 400.000 millones de dólares de déficit público, casi ¡el 5% del PIB! Y sin anatemas.

Para evitar la peor coyuntura posible -recesión, deflación, paro...- la UE se dispone a hacer oficial esa fórmula de policy mix, que consiste en bajar los impuestos y construir infraestructuras multimillonarias en euros. Menos ingresos y más gasto público, igual a más déficit. Adiós al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que no solamente pretendía tener un déficit público inferior al 3% del PIB, sino, al mismo tiempo, tender poco a poco al equilibrio presupuestario (déficit cero). Ni lo uno ni lo otro. Alemania, Francia e Italia, los países más importantes de la UE, hablan mucho más de crecimiento que de estabilidad. A Pedro Solbes, el comisario de Economía, no le queda más remedio que actuar de guardián de la ortodoxia y recordar que el Pacto de Estabilidad sigue vigente y que el que lo abandone será multado con hasta el 0,5% de su PIB (lo cual, para mayor paradoja, aumentaría su déficit en el mismo porcentaje). ¿Qué pasaría si Solbes dijera: "Adelante, olvidémonos del déficit público"? Pues que éste, en vez de rondar el 3%, se multiplicaría. Hay otro modelo, el español, que practica el déficit cero al mismo tiempo que se queda definitivamente rezagado respecto a la media europea en los aspectos relacionados con la sociedad de la información (cumbre de Lisboa) y respecto al modelo social (gasto social en relación al PIB) como acaba de recordar en su memoria el Consejo Económico Social.

Además de Keynes, hay otro rehabilitado de su misma cuerda: Jacques Delors, antiguo presidente de la Comisión Europea, que en 1993 presentó un Libro Blanco sobre infraestructuras, boicoteado por el Ecofin (reunión de ministros de Economía de la UE) y olvidado por el Consejo Europeo. Una década después, Delors ve cómo se desempolvan sus proyectos y se seleccionan 22 de ellos, con una inversión aproximada de 600.000 millones de euros, a gastar hasta el año 2020. La comisaria de Transportes, la española Loyola de Palacio, antigua militante del PP, ha declarado a Le Monde: "Hoy, los problemas de transporte, la congestión de los grandes ejes, la falta de infraestructuras, cuestan medio punto de crecimiento anual a los Quince". Y pronto entrarán otra docena de países en la UE.

¿Cómo financiar esos 600.000 millones de euros? A través de los créditos, avales e instrumentos financieros del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que ha de actuar como imán de las inversiones privadas, y con proyectos que puedan autofinanciarse mediante peajes o tasas pagadas por los usuarios (no por los contribuyentes).

Solbes ha dicho que se proponen "gastar más sin aumentar los déficit". Otra mentira piadosa de un comisario técnicamente impecable, que tiene que jugar su papel.

(*) Analista y periodista especializado en temas de economía. España.

4 de agosto del 2003

Thursday, May 17, 2007

La Burbuja Económica en Japón

http://www.eumed.net/ce/2007a/era4.htm

La Burbuja Económica en Japón


Ernesché Rodríguez Asien (CV)
Universidad de la Habana, Cuba
rodriguezasien@yahoo.es


Los economistas llaman “economía de burbuja” al fenómeno especulativo que se produce cuando los precios de los bienes se disparan por encima de un nivel teóricamente justificable.


En la segunda mitad de la decaída de los 80 y especialmente desde finales de 1987, los precios de las acciones y del suelo se inflaron de manera acelerada, como si fuera una especie de burbuja gigantesca en la economía japonesa. Esta elevación de los precios trajo como resultado una especulación en lo mercados bursátiles e inmobiliario.


Esta especulación se debe en gran medida a las fluctuaciones de la tasa de interés, pues los bajos intereses significa, a su vez que los precios de los activos son altos. Ambos casos están relacionados: una caída de los tipos de interés a largo plazo incrementa las previsibles ganancias de los activos.


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Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Rodríguez Asien, E. : “La Burbuja Económica en Japón" en Contribuciones a la Economía, febrero 2007. Texto completo en http://www.eumed.net/ce/


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Otro factor importante para la formación de la burbuja fue un exceso de créditos. Esto fue lo que ocurrió realmente a finales de los años 80. Entre 1987 y 1989 la cantidad de circulante monetario experimento un aumento medio del 10,8% anual y superó el crecimiento del Producto Nacional Bruto (PNB) nominal en una medida de 4,5 puntos.


Esta liquidez monetaria estaba también por encima del incremento del PNB nominal entre 1980 y 1986, pero solo en una media de 2,4 puntos anuales. Un crecimiento excesivo de liquidez sirve para realizar transacciones de activos, o en otras palabras, para inflar la burbuja especulativa. En efecto, las estadísticas sobre los créditos facilitados por las instituciones financieras a finales de los años 80 indican que la mayor parte de la demanda marginal de fondos durante ese periodo iba destinada a la adquisición de activos. Esta claro que el exceso de créditos hizo posible la formación de la burbuja.


Un dato curioso es que los tipos de interés no cambiaron esencialmente entre finales de 1987 y 1989, pero los precios de las acciones y de los bienes raíces experimentaron alzas. Esto explica la decisión de las personas de aprovechar un exceso de crédito, con una tasa interés baja para invertir en activos, con la ilusión colectiva de que el costo de los activos que ya han experimentado un aumento seguirá revalorizándose, trayendo como consecuencia una especulación, a esto se le llama “mito de los precios progresivos”.


Entre 1985 y 1990 la desregulación financiera que acompañó a la emisión financiera monetaria total que creció en promedio 10% anual provocó, desde el segundo semestre de 1988, un excesivo auge especulativo que desembocó en la compra de terrenos, acciones, pinturas y artículos de lujo.


El Gobierno japonés con la finalidad de responder a la recesión originada por la fuerte apreciación del yen que siguió al Acuerdo Plaza y también para suavizar una ulterior presión sobre el yen tomó la decisión de tomar intereses bajos, por lo tanto el tipo de descuento oficial bajó de un 5% a un 2,5%, como medida de relajamiento monetario.


En la primavera de 1987, el Gobierno había anunciado un paquete de medidas para cebar la bomba con 6 billones de yenes. En el verano de ese mismo año, el Banco de Japón se dispuso a aplicar una política restrictiva mediante un aumento del 2,5% del tipo de descuento.


Los Estados Unidos ya se estaba “apretando el cinturón” desde comienzos de 1987 y en septiembre, cuando Alan Greenspan sucedió en la presidencia de la Reserva Federal a Paul Volcker, el tipo de descuento subió un punto. El banco de Japón parecía que iba a seguir el mismo ejemplo de octubre.


Pero, la verdad es que un golpe de mala suerte en octubre de 1987 les obligo a activar la política crediticia motivada por el trascendental “Lunes Negro” el 19 de octubre, cuando el crash de la bolsa estadounidense arrastró a las de Tokio, Singapur, Londres, Francfurt, entre otras. Para superar la crisis las autoridades estadounidenses inyectaron rápidamente dinero al sistema, bajaron el tipo de interés y pidieron a los países más ricos que siguieran su ejemplo con el objetivo de ayudar a la fortaleza del dólar.


La caída del dólar tras el Acuerdo Plaza mejoró rápidamente la balanza de pagos estadounidense en 1988. Sin embargo, en contrapartida, la debilidad del dólar ánimo a los japoneses a lanzarse a comprar propiedades en los Estados Unidos. El inflado precio de los activos japoneses en el contexto de un yen fuerte hizo que bajara el índice de ganancias de tales activos. Y con la moneda al alza, los activos extranjeros que ofrecían un alto índice de beneficios se presentaron como una auténtica ganga.


La consecuencia de todo ello fue que los japoneses realizaron grandes adquisiciones de activos en el extranjero. Los inversionistas nipones recurrieron a sus activos inflados para adquirir de forma alocada inmuebles y empresas norteamericanas.


La sensación de que Japón estaba comprando a los Estados Unidos provocó una corriente nacionalista que pudo muy bien precipitar la adopción de medidas para apoyar e dólar. Conviene señalar que la moneda norteamericana comenzó a subir cuando George Bush fue elegido presidente. Después de su investidura la administración estadounidense se mostró partidaria de un dólar más fuerte.


La Reserva Federal para contrarrestar la política financiera japonesa que compraba propiedades norteamericanas a precios muy bajos volvió a aplicar una política restrictiva en marzo de 1988, iniciando una política destinada a fortalecer el dólar. Existían dos factores que ayudaron a la subida el dólar:


1. Las perspectivas de un recorte en los gastos de defensa basado en la mejora de las relaciones entre los Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

2. El progreso en las negociaciones entre la administración y el Congreso sobre el recorte del déficit federal y la mejoría en la balanza comercial de los Estados Unidos.


Esta alza del dólar originó cambios decisivos en los mercados financieros japoneses. El Banco de Japón, por el contrario no tomó medidas hasta mayo de 1989. Su forma de proceder se basaba en la idea de que Japón servia de “ancla” en la economía mundial se pensaba que, como país, disponía de un enorme superávit en su cuenta corriente y actuaba como proveedor de capital al resto del mundo, no podía subir sus tipos de interés sin causar serias dificultades a un país como los Estados Unidos que sufrían un déficit en su cuenta corriente y dependían de la afluencia de capital nipón.


Existía el terror de que la restricción de dinero mediante la reducción de la afluencia pudiera provocar otro “Lunes Negro”. Este miedo contuvo a Japón, cuyo Gobierno permitió la expansión del crédito que actuó como fuerza motriz en la formación de la burbuja.


Hay que observar aquí el grado de globalización e interdependencia de la economía mundial, lo cual a obligado a Japón a aplicar una política basada sobre todo en consideraciones externas, mas concretamente en su preocupación por la situación de la economía estadounidense.


Pero, en mayo de 1989 el Banco de Japón subió finalmente el tipo de interés por cuatro veces consecutivas durante ese período, por lo cual la tasa de interés alcanzó de nuevo el nivel de septiembre de 1985 cuando se celebro el Acuerdo Plaza, terminando la época de la tasa de interés baja y el yen alto.


Las condiciones para las restricciones monetarias eran más que suficiente:


1. La alta cotización del yen que aceleró su ritmo a partir de 1985 y a la consiguiente rebaja del petróleo dieron como resultado la disminución del superávit comercial, desde 95300 millones en 1988, hasta registrar alrededor de 60 000 millones de dólares en 1989, cuyo nivel estaba muy por debajo de 81 000 millones, cifra que previamente había estimado el Gobierno. Esta disminución del superávit comercial de Japón y la tendencia alcista generalizada de las monedas norteamericanas y alemanas por el cambio de relaciones Este- Oeste causaron la rebaja del yen entre la primavera de 1989 y la de 1990.


2. El alza del precio de los productos importados.


3. El recalentamiento de la economía con una elevada inflación.


4. El dramático aumento de los precios de las acciones y de los bienes inmuebles causado por la baja tasa de interés y el incremento de la oferta del crédito, lo cual posibilitó una especulación que conllevo a una burbuja económica no conveniente para la economía japonesa debido a que se invirtió muy poco en la esfera productiva provocando una inflación doble: escasez de productos y subida de los precios de las acciones y bienes inmuebles, lo que redundó en una devaluación del yen.


5. El deseo de evitar que el yen siguiera cayendo.


6. El prevenir el aumento de los precios del crudo que se esperaba como consecuencia de la guerra del Golfo Pérsico cuya crisis estalló en agosto de 1990. (Ver Cuadernos de Japón, ed. citada, p.32)






La economía japonesa en la década de los 90



Desde principio de 1990 la economía de burbuja comenzó a colapsar, con el acelerado desplome del precio de las acciones. Así, sumándose a la restricción financiera, el estallido de la guerra del Golfo y el retroceso de la economía, cayeron con fuerza los precios de los terrenos, de las obras de arte y de los metales preciosos. Esta caída fue la peor de la historia superando la caída registrada durante 1949 y 1950 cuando la economía japonesa estaba todavía afectada por los efectos de la Segunda Guerra Mundial. En consecuencia se paralizó la capacidad de financiamiento de las empresas mediante la bolsa de valores; además, algunos bancos y empresas entraron en un círculo vicioso en el cual se giraban alrededor del empeoramiento de la economía y la rebaja del precio de las acciones, lo que llevó a la economía a la crisis desde la segunda mitad de 1991.


El dólar que en abril de 1990 se cotizaba a 160 yenes, descendió hasta 124 yenes en octubre de ese mismo año. Este ajuste fue un reflejo del incremento de los tipos de interés en Japón, pero a juzgar por su ritmo y su trascendencia se sospecha que estuvo relacionado con la actitud política estadounidense.


En la primavera de 1990, el Gobierno norteamericano volvió a modificar su política de apoyo al dólar por miedo a que un yen excesivamente débil acelerara la caída de los precios de las acciones en Japón, lo cual originaría un crash que podía repercutir de manera negativa en los Estados Unidos.


Cuando el Secretario del Tesoro y el Presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos se reunieron con los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del Grupo de los Siete en mayo de 1990, declararon públicamente que no era deseable mantener el yen en un nivel bajo. En el verano varios políticos estadounidenses afirmaron que un dólar más barato podía ser el medio más apropiado para fomentar las exportaciones y, por tanto, reactivar la economía. Este punto de vista fue respaldado de inmediato por el Presidente de la Reserva Federal. No hay duda de que una vez mas se adoptó una política en torno al dólar que favorecía a los intereses de los Estados Unidos, pero en esta ocasión, el cambio se debió al miedo a que la economía nipona sufriera un colapso. El periodo de depresión económica en Japón puede dividirse en cuatro etapas:


La primera etapa se inicia a principios de 1990 con el reventón de la economía de burbuja simbolizada por la brusca caída del precio de la tierra, además por la disminución de la demanda de bienes raíces, de automóviles y de artículos de lujo, así como paralización de algunos centros turísticos.


La segunda etapa comienza en 1991 cuando los prestamos hipotecarios basados en el precio futuro de las acciones y terrenos que ofrecía el sistema financiero se paraliza, así, la capacidad de préstamos de los bancos se reduce, o sea, los bancos presentan dificultades financieras, contraídas por la enorme cantidad de préstamos irrecuperables.

También como las utilidades de las empresas comenzaron a reducirse se estancó el salario de los trabajadores y cayó consecutivamente la inversión de vivienda y el consumo personal.


La tercera etapa comienza con la entrada a la recesión propiamente dicha a comienzos de 1992, la inversión en plantas y equipos se redujo desde 1991.


La cuarta etapa comienza desde 1993 cuando se agravó la depresión por la continuación de la apreciación del yen, la aceleración de las importaciones desde el Asia y la inestabilidad política que retardaba la aplicación de medidas de reactivación. Con la depresión interna aumentaron rápidamente las importaciones de bienes y cayeron los precios mayoristas por segundo año consecutivo; debido a la mala situación de las ganancias de las empresas estas tuvieron que ajustarse aún más, lo cual obligó a la reestructuración del personal. Todo esto provoco la reducción de inversión en plantas y equipos. Ante esta situación, el gobierno decidió en abril de 1993 lanzar las “nuevas medidas económicas integrales” con un monto de 13,2 billones de yenes dirigido a inversiones públicas adicionales.


Asimismo, en octubre de ese año, se lanzó otro conjunto de medidas económicas de emergencia por un valor de 6 billones de yenes dirigidos a las empresas; en el mismo mes el Banco de Japón rebajó la tasa de descuento oficial por séptima vez consecutiva al 1,75%. En el gráfico 1 se reflejan todas las ínter vinculaciones y los efectos producidos por la política económica del Estado japonés --- bajo la presión de los Estados Unidos ---, lo cual ha conducido a la destrucción de varias características del modelo de desarrollo económico y social, desde la posguerra, hasta los años 80; a la disminución del empleo y del salario; al desmoronamiento de los precios; al deterioro de niveles altos de consumo y de inversión dentro del mercado interno y a la destrucción del nivel armónico de relaciones estables entre las grandes compañías y las pequeñas y medianas empresas.


Al mismo tiempo, se aprecia como la presión de los Estados Unidos no es efectiva para superar el superávit comercial de Japón. Solo logra hacer revaluar el yen y frente a esa situación Japón traslada el proceso productivo al exterior; destruye empleo y salario; trata de mantener las altas utilidades de las grandes compañías; reduce el consumo del pueblo; reduce la inversión interna; eleva las dificultades de la pequeñas y medianas empresas; incrementa las importaciones --- con el yen revaluado las importaciones son más baratas--- destruye los precios de los productos nacionales en la economía interna; provoca artificialmente la especulación y acelera la economía de burbuja que, en 1990 explotó provocando quiebras bancarias, hace también incobrables los créditos; hay grandes pérdida de capital por devaluación de acciones y de bienes inmobiliarios especulativos; hace reducir la producción; y hace excesivas las capacidades instaladas. En fin, hace patente que la regulación estatal capitalista no puede eliminar el ciclo capitalista ni los efectos de la globalización económica mundial que vincule en un todo la competencia capitalista internacional.


Gráfico 1


(Pulsar en el gráfico para ver ampliado)





Destrucción y reconstrucción de la estructura de negocios


La recesión pareció tocar fondo en el trimestre octubre diciembre del 1993. Las empresas japonesas se vieron obligadas a avanzar en la reasignación de recursos administrativos impulsando la reestructuración para reconstruir la estructura de negocios. Según el Informe Blanco de la Economía, el contenido de la reestructuración para 1993 se divide en tres partes:


1. En el corto plazo se plantea reducir los gastos, es decir, comprimir las inversiones en bienes y equipos, reducir los gastos de ventas.

2. En el largo plazo modificar el sistema de producción es decir, minimizar el desarrollo de los productos con los que se obtiene poca rentabilidad al venderse, avanzar en la diversificación administrativa, modificar el sistema de empleo japonés.

3. Tratar de evitar concentrarse sólo en las exportaciones y en la inversión directa en el exterior.


La emisión monetaria comenzó a ascender nuevamente del bajo nivel en que se encontraba. Por consiguiente, en 1993 los precios de las acciones se recuperaron de 16000 yenes a 20 100 yenes y el mercado de capitales comenzó a reactivarse.


El índice de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) subió durante el trimestre julio septiembre de 1994 en comparación con la cifra del mismo período del año anterior. En 1994 se podían observar algunos indicadores optimistas en la inversión en viviendas y en los pedidos de maquinarias, pero los precios mayoristas, la producción de la industria metalúrgica, las ventas de los supermercados y de automóviles nuevos y los préstamos bancarios no mostraban cambios, dando señales de estancamiento recesivo.


La inversión en instalaciones y equipos por parte del sector privado no se reactivó. El consumo personal se mantuvo a un nivel bajo. Además, desde 1994 se aceleró la alta cotización del yen frente al dólar, lo cual dio como resultado el aumento de importaciones, como consecuencia el balance de las exportaciones frente a las importaciones bajó. Ante estos hechos, inmediatamente después de haberse terminado la preparación del proyecto de presupuesto del año fiscal 1994 y con miras a la Reunión Cumbre Japón – Estados Unidos en febrero de 1994, el Gobierno decidió lanzar un conjunto de medidas económicas integrales por un monto de 15 000 millones de yen, incluida una reducción de impuestos por un valor de 6,2 billones de yenes.


Los gastos y créditos públicos fueron creciendo tanto en épocas de prosperidad como en periodos recesivos. El Estado prefirió no afrontar con una política fiscal restrictiva el problema de la deuda, para no agravar la recesión. Ello explica como el crecimiento de la deuda y del gasto público vino acompañado con la desaceleración del crecimiento económico.


Tabla 1

Años
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999

%Deuda Pública / PIB
59,3
61,1
64,8
70,9
78,4
82,6
86,7
97,3
107,2


Fuente: OECD,1999


El Gobierno trató de manejar la situación, aprobó el segundo presupuesto complementario en febrero de 1994, propuso oficialmente medidas contra el alza del yen en abril de 1995 y tomó iniciativas en proyectos por un costo de 14 220 000 yenes, incluida la inversión pública de mayor envergadura de la historia.


Sin embargo, en dependencia del tipo de industria se observó gran lentitud en el ritmo de la recuperación, pues debido a la apreciación del yen y la deflación continuó el traslado de la producción de ultramar a países con costos más bajos, reduciendo la base industrial de Japón y generando problemas de empleo en algunas regiones por el retiro de plantas de producción, el llamado “vaciamiento industrial de Japón”. En especial, las industrias claves, como la automotriz, la de efectos electrodomésticos, la naviera, la siderúrgica, se vieron obligadas a emprender una transformación estructural por la recesión y el alza del yen. Desde otro punto de vista, las empresas que no decidieron trasladar la producción a ultramar y continuaron fabricando internamente tuvieron que enfrentar problemas, como: congelación de salarios, cierre de plantas, etcétera.


El alza del yen siguió su curso. En abril de 1995 marcó el record de 79,75 yenes/dólar. En la siguiente tabla se puede observar las bruscas oscilaciones del tipo de cambio yen / dólar que han venido desarrollándose en estos años.


Tabla 2

Años
Yen / Dólar

1985
263,65

1990
160,35

1995
79,75

2000
107,76

2001
121,53

2002
125,38

2003
119,0


Los empresarios japoneses se abstuvieron de promover nuevos proyectos de producción e inversión por la inseguridad que causaba esta alza del yen. A esto se suma la influencia nefasta que tuvo para la recesión el terremoto que sacudió el área suroeste de Japón el 16 de enero de 1995, el cual paralizó la red de transporte en la mencionada parte de la Isla nipona.


En cuanto a la venta en los grandes almacenes, el índice del consumo personal se puso al mismo nivel que el año anterior, a finales de 1995. La construcción de viviendas contó con 1500 000 obras nuevas, cantidad superior a la esperada; esto ayudó a sostener la evolución de la economía.


Durante 1995, la venta de computadoras personales fue alta y se incentivó la demanda de semiconductores y cristales líquidos para pantallas. También la demanda de papel para imprimir aumentó de manera súbita. En este campo hay inversiones con miras hacia futuros mercados.

El ánimo de los empresarios poco a poco se restablece. Las opiniones acerca de la situación coinciden en que al atravesar los dos peores momentos en noviembre de 1993 y febrero de 1994 comenzó lentamente a manifestarse la recuperación desde mediados de 1995.


La recuperación a partir de 1995 es lenta, pero si se considera que después de dos crisis petroleras la economía japonesa apuntaba como meta de crecimiento del 3% en términos reales, la cifra de un 3,6% en el trimestre octubre - diciembre de 1995 parece ideal. Teniendo en cuenta la necesidad del ahorro de recursos y los problemas del medio ambiente, el crecimiento durante la época de la burbuja fue anormal.


Hay que tomar la recesión que siguió a ese período expansivo como un proceso necesario para que la economía volviera a su órbita normal. A mediano plazo se pronostica una cifra de crecimiento entre el 2% y el 3%.


Según criterios de algunos especialistas japoneses, la recesión es positiva en algunas cuestiones, como las siguientes:


En primer lugar: Ha generado una situación favorable en la bolsa de trabajo ya que se le ha dado una mayor importancia a los trabajos que garantizan la producción bienes y servicios en el país Durante el periodo de la burbuja económica se padeció una terrible carestía de mano de obra, el problema no consistía en la carencia absoluta de trabajadores potenciales, si no que radicaba en que los jóvenes buscaban trabajos “interesantes” y rechazaban las ocupaciones difíciles.


En segundo lugar: Obliga a los empresarios a esforzarse mas en su gestión empresarial; naturalmente, es necesario impedir que se desarrolle una grave recesión que podría influir de modo muy negativo en le pueblo nipón, pero no se debe pasar por alto el hecho que durante el período de recesión las empresas se ven obligadas a realizar una gestión más prudente. En los últimos años han quebrado algunas grandes corporaciones. Las investigaciones sobre las principales quiebras ocurridas en el pasado relevaron que las empresas en cuestión habían relajado su administración y no pudieron evitar el hundimiento.


En tercer lugar: La recesión no está causando un gran impacto en la mayoría de los ciudadanos japoneses. Es cierto que los trabajados tienen ahora menos ingresos por horas extras y perciben salarios más bajos, pero, al mismo tiempo, la recesión disminuye los precios de los terrenos, de los productos de consumo y los costos de la construcción.


En consecuencia, no debe exagerarse la caída de los salarios. Si se examina desde la perspectiva de los gastos realizados por una persona a lo largo de su vida, el ahorro generado por los bajos precios compensara probablemente la pérdida temporal de ingresos. En efecto, el último boom pagó en oro a las compañías, pero en cobre a los individuos, fue precisamente el oro lo que infló las burbujas especulativas y devaluó el cobre recibido por los particulares. Seguramente, las familias aceptarán de manera gustosa que algunos de sus miembros no tengan que trabajar horas extras, aunque ganen menos regresan antes a la casa. A pesar de que no se han producido grandes cambios, no cabe duda que los trabajadores japoneses viven ahora de forma más digna.


En cuarto lugar: La recesión está golpeando más fuerte a las empresas que más se lo merecen. Da zarpazo no solo a las compañías que crearon la burbuja, sino también a aquellas compañías y profesionales que crecieron a expensas de las demandas corporativas, aprovechándose de los excesos especulativos a medida que se hinchaba la burbuja. Probablemente, la actual recesión no influirá en los salarios medios en Japón, pues en definitiva, no forma parte del reducido grupo de afortunados que gastaron millones de yenes en obras de arte, coches lujosos y otras formas de ostentación. Para este tipo de persona la explosión de la burbuja fue un golpe bajo; más, para el resto de los ciudadanos la vida sigue igual que antes. (Ver Cuadernos de Japón, no.2 Japón Echo. Inc, Tokio, 1993, p. 32, vol. V)


En realidad, la estructura que generó la burbuja económica permanece intacta e incluso experimentó un mayor crecimiento durante la recesión. El problema radica en que las empresas son ricas y los individuos son pobres. El poder de aprovisionamiento de las corporaciones ha aumentado hasta rozar los límites del dominio de las personas.


En el informe económico mensual de febrero de 1996, el gobierno anunció oficialmente la recuperación: “aunque es lenta, se observan síntomas de recuperación”. Así, después de medio año de silencio, manifestó sus expectativas. Anticipándose a este informe, el Banco de Japón declaró en enero de 1996: La economía comienza a reestablecerse”. Los economistas en general también lo aseguraron, pues la tasa de crecimiento señaló un aumento de un 3,6% en el trimestre octubre-diciembre de 1995; esta cifra, comparada con el trimestre anterior, alcanzó un nivel que no se había logrado durante cuatro años y nueve meses. Nadie pone en duda la recuperación.





Capacidad del Estado Japonés para administrar los costos de transformación estructural del país.


La economía japonesa ha atravesado hasta ahora por períodos de grandes dificultades, en los años 70 hubo dos crisis del petróleo y desde septiembre de 1985 comenzó el penoso período del alza del yen. Sin embargo, ante cada situación han ocurrido cambios en la constitución de la economía; la economía japonesa se distingue por su capacidad de adaptación ante las adversidades. Esa capacidad de adaptación se debe a los factores siguientes:


1. La productividad del trabajo es elevada.


2. Los salarios cambian en correspondencia con la situación económica. Como resultado se ha mantenido la práctica tradicional de tipo japonés de empleo, impidiendo que aumente el desempleo más allá de cierto límite.


3. Ante las señales del mercado las empresas buscan transformar su política administrativa decididamente.


Sin embargo, ahora está en cuestionamiento la capacidad de adaptación de la economía japonesa a las nuevas circunstancias. Los elementos del tradicional sistema administrativo japonés, como empleo vitalicio, ascensos por tiempo de servicio y armonía laboral, se encuentran en un punto de transformación. Las empresas están modificando el tradicional sistema de administración japonés: los empleados de las divisiones indirectas están sometidos al proceso de racionalización, los negocios en general se están simplificando, el sistema de salarios por antigüedad está siendo examinado, en otras palabras, se está efectuando la reestructuración.


A partir de la crisis, las grandes empresas se vieron obligadas a reducir su personal. Para esto, dentro de lo posible, mandaron a los empleados “menos indispensables” a trabajar en algunas de sus empresas afiliadas. Las compañías afiliadas, por su parte, psicológicamente forzadas a aceptar “las ofertas” de las compañías, matrices, tuvieron, a su vez, que reducir su personal y la técnica empleada fue despedir a los trabajadores de modo temporal y hacer un llamado a quienes de manera voluntaria querían retirarse. Esta tendencia afectó también a la industria informativa.


Como consecuencia directa de los problemas financieros de las instituciones bancarias, las empresas de software, las cuales crecieron enormemente durante los años 80, tuvieron que ir reduciendo su número de empleados.


La reducción de personal significa que las empresas están preocupadas por el exceso de empleados. Este fenómeno se hizo sentir a partir de los primeros años de la década de los 90. Si tomamos en cuenta que hasta entonces su única preocupación había sido la falta de mano de obra, la nueva situación les resulta aún más desafortunada a las actuales generaciones de jóvenes (los llamados baby boomer de los años 70). Se pronostica que a partir de ahora hasta los primeros años del siglo XXI, surgirá de nuevo un periodo de falta de mano de obra debido al envejecimiento de la población.


Eso conlleva, naturalmente, a una disminución del crecimiento de la economía japonesa. Por lo menos así contemplan la situación futura el Gobierno japonés y los círculos económicos. Sin embargo, las industrias manufactureras y las empresas a gran escala no parecen captar esta idea, pues siguen temiendo de manera sistemática el aumento del personal laboral.


Al estallar la burbuja, el estado ideal de empleo desapareció, bajó la tasa de demanda personal y subió el desempleo. La primera alcanzó en septiembre de 1995 una cifra de 0,6 puntos y la del desempleo a finales de este año marcó 3,4%. En la industria manufacturera las empresas promovieron rápidamente la racionalización como la llamada “reestructuración“ la cual consistía en reducir la cantidad de trabajadores internos en la sección de producción y disminuir el personal de las secciones intermedias, mientras se aceleraba el traslado de las fábricas al exterior para contrarrestar la súbita alza del yen frente al dólar. Al mismo tiempo, se demostró que las industrias de información y comunicación y la de alta tecnología, las cuales parecían ser prometedoras en cuanto al empleo, no tenían tanta fuerza.


Como manifiesta las reglas generales de la economía, la “recuperación del empleo se demora más que la de economía de recesión”; los indicadores de empleo seguían bajos, mientras los de la producción comenzaban a dar señales de recuperación. Por otra parte, las empresas empezaban a cambiar el sistema de empleo, reduciendo la cantidad de trabajadores que laboraban a tiempo completo y supliendo la necesidad derivada de esta disminución con trabajadores temporales y aquellos enviados por las agencias. Esta nueva tendencia empieza a arraigar con mucha firmeza. Sobre todo en 1995 y 1996 se evidenció la dificultad que tenían los recién graduados para encontrar trabajos, lo cual puso de manifiesto el desempleo de los jóvenes. Esa dura situación podría mitigarse si se consolida la recuperación de la economía, pero la realidad es que hay empresas que, al modificar la forma convencional de impedir a los recién graduados y de contratar a los aspirantes que han renunciado al otro trabajo acentúan al índice de desempleo por lo que esta situación seguirá afectando a la economía nipona.


Las empresas hoy en día están pasando visiblemente del antiguo sistema a un nuevo sistema que remunera de manera más decisiva la calidad del trabajo y el talento. Últimamente cada vez mas las empresas fijan los salarios de acuerdo con la capacidad de los empleados. Esta tendencia empezó a surgir a mediados de los años 80, cuando la primera generación de los baby boomer comenzó a desempeñar un cargo directivo y se enfrento a una sociedad saturada de personas no tan jóvenes que normalmente hubieran tenido derecho a un puesto directivo de cierto valor. En los años 80, con el surgimiento de la economía, muchas empresas aumentaron los puestos de cargo directivo, aunque no tardaron, con la crisis, en volver a reestructurar la organización.


Ante la recesión en los años 90 en el sector productivo se lograron: reducir los costos y mejorar la productividad. Sin embargo, en el sector administrativo esto no marchó bien, por lo que las empresas se están esforzando en reexaminar la organización y siguen incitando a su personal a retirarse temprano o a trasladarse a otra compañía afiladas. La introducción de numerosas computadoras en la compañía ocasionó un desequilibrio laboral, ya que muchas personas pasaron a ser “inútiles”. De hecho hay “pardos dentro de las empresas”. Estos alcanzan la cifra de un millón o un millón y medio, según cálculos no gubernamentales. La mayoría de ellos son oficinistas. Se pueden considerar que este fenómeno es característico del problema actual del sistema laboral, pues antes no eran tantos los oficinistas, sino, los obreros los que sufrían con los cambios.


Según el Informe Blanco sobre la situación laboral, elaborado en 1994 por la Dirección de Productividad Económica y Bienestar Social, las razones por las cuales surgió el problema del exceso de personal en las oficinas era:


1. Derrumbe del mito de crecimiento: Con la prosperidad de la economía de burbuja en la segunda mitad de los años 80, grandes empresa contrataban más de mil nuevos empleados recién graduados cada año y, los empleados de oficina aumentaron. Pero, debido al derrumbe del mito del crecimiento económico permanente, las empresas tuvieron que enfrentar el exceso de personal.


2- Avance de las tecnologías de comunicación e información: Con el uso masivo de computadoras personales, procesadores de palabras y otros equipos de oficinas se hizo posible el procesamiento de mayores volúmenes de trabajo en menor tiempo, lo cual evidenció el exceso de personal.


3- Internacionalización: Con la internacionalización de las empresas, es decir, con la aceleración del traslado de las empresas al exterior, las oportunidades de empleo en el país se redujeron no solo para los obreros, sino también para los empleados de oficina. Según los cálculos, cada vez que el yen se aprecia en 20% unos 150 000 empleados de oficina se vuelven innecesarios.


4- Aumento en la sociedad de personas en la tercera edad: Con el aumento de la llamada “población de la tercera edad”, surgieron, por un lado casos cuyo tiempo de trabajo se extendió mas allá de la edad de jubilación, pero, por otro lado, las empresas buscaban aumentar el número de nuevos empleados para ahorrar salario por antigüedad.


5- Presencia de más mujeres en el mercado de trabajo: Con la ley de igualdad de oportunidades para ambos sexos en el mercado laboral de 1986 aumentó el número de mujeres disponible a trabajar, lo cual trajo como consecuencia un exceso de empleados en las oficinas.


6- Modificación en la forma de pensar de los empleados: Hubo un cambio en la mentalidad de los jóvenes. Se redujo rápidamente el número de empleados que deseaban trabajar en una misma empresa hasta el momento de su jubilación; cambiar de empleo se convirtió en una cuestión lógica.



En el gráfico 2 se refleja la fluctuación del desempleo desde 1995; se observa un alto índice en 2003.




Gráfico 2


1985-1994: 2,5%
1995-2004: 4,5%
Fuente: Statistical Appendix 2002, Pág.175


El empleo vitalicio y los aumentos de los salarios por tiempo de servicio constituyeron dos pilares que desempeñaron un papel muy importante en el desarrollo de la economía japonesa – aunque esta apreciación se está modificando para las empresas-, pues el mantenimiento del personal estable en las empresas ha permitido economizar costos, por ejemplo, de reclutamiento. Además, la empresa podía invertir en la educación y formación de estos empleados y con ello lograr un apego y fidelidad aún mayor a la empresa.



Sin embargo, la política de empleo vitalicio tuvo también sus defectos. Los jóvenes empleados que las empresas contrataron durante la era del crecimiento acelerado, ahora tienen una edad media o avanzada aumentando los problemas debido al incremento de los salarios y la insuficiencia de puestos. Con la población de la tercera edad, por el sistema de empleo vitalicio, las empresas van a tener que continuar asumiendo la pesada carga de mantener los salarios.


La crisis asiática y su impacto en la economía japonesa


Según el economista japonés Kagami Mitsuhmo, la crisis de las monedas asiáticas es la consecuencia directa de una combinación de factores.


El primer factor desencadenante de esta crisis fue el gigantesco déficit de la cuenta corriente, el cual en 1996 alcanzó el 8,2% del PNB de Tailandia. Este déficit ejerció fuertes presiones a la sobre valorada moneda de ese país.


El segundo factor fue la relación existente entre un yen débil y el fuerte baht (moneda tailandesa) que incrementó las importaciones de bienes japoneses cuya partida representa casi un tercio de las importaciones totales de Tailandia. Así, pues, la fortaleza del baht es la causa del aumento de su déficit comercial.


Un tercer factor se produjo con el incremento de la progresiva afluencia de capital extranjero a corto plazo. Tailandia ha absorbido grandes movimientos de fondos extranjeros a mediano y largo plazos, probablemente esta afluencia ha sido demasiado elevada.


Las masivas inyecciones de capital extranjero han dado beneficios, han compensado el déficit por cuenta corriente y han aumentado las reservas de divisas.



Pero, al mismo tiempo, han impulsado las presiones inflacionarias debido a la afluencia de dinero. Una parte de los fondos fue a parar al sector inmobiliario y a sectores especulativos donde se crearon burbujas económicas parecidas a las de Japón de finales de década de los 80. En los últimos tiempos, los especuladores han utilizado de forma exagerada los mercados financieros del país para obtener beneficios a corto plazo. Para sintetizar, la crisis de Tailandia se debió a las burbujas especulativas provocadas por las grandes afluencias de fondos del sector privado a sectores, como el inmobiliario. La crisis tailandesa muy similar al estallido de las burbujas especulativas de Japón, puede considerarse una quiebra del mercado ocasionada por el desorden de una moral peligrosa, o más concretamente, por la descomposición de las normas éticas ante la perspectiva de obtener ganancias con facilidad.


Asia Oriental trata de impulsar sus exportaciones para emerger de la crisis económica, agobiada por la caída de sus monedas y del consumo interno. Más, a pesar de la mayoría de los pronósticos, esas economías han logrado recuperarse.


La teoría económica convencional señala que, a pesar de todos sus problemas, Asia Oriental deberá estar exportando mucho más que antes, pues las devaluaciones aumentaron su competitividad en el mercado mundial. En la mayoría de los países de Asia Oriental las exportaciones crecen de forma moderada, mientras se reducen los déficit de cuenta corriente debido a la caída de las importaciones, ahora demasiado caras para el bolsillo del consumidor de la región.


Las cuentas de Tailandia e Indonesia, al igual que las de Corea del Sur, cuyo superávit comercial de enero de 1998 fue de 1 600 millones de dólares, no son resultado de un aumento en las exportaciones, sino de la caída de casi el 40% de las importaciones. Las importaciones de Corea del Sur de petróleo, materias primas, bienes de capital y de consumo caen de picada.


Los exportadores tailandeses no se beneficiarán en todo con la depreciación de la moneda, pues varios países importadores tienen menos poder de compra debido al lento crecimiento de la economía. Los principales importadores de bienes tailandeses son, por lo general, sus socios de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), Japón y China, los cuales disminuyeron sus compras en 1997.


Indonesia es otro país con una fuerte dependencia de las importaciones de otras economías de la región, como la ASEAN, Japón y Corea del Sur.


Las empresas japonesas hicieron grandes inversiones en el Este Asiático, con la base del fuerte yen después del Acuerdo Plaza en septiembre de 1985, pero éstas también han descendido desde aproximadamente 1990. Las inversiones japonesas en las economías asiáticas de reciente industrialización alcanzaron su punto máximo en 1989 y en los países de la ASEAN, en 1990.


La tendencia probablemente refleja el hecho de que las empresas niponas han tenido menos capital disponible para las inversiones en el extranjero como consecuencia de la larga recesión.


En la segunda mitad de los años 80, la expansión a gran escala de las empresas niponas en el Este Asiático produjo un tremendo impulso en el crecimiento económico de la región y, por tanto, se predecía que el descenso de las inversiones japonesas que empezó en 1990 tendría un efecto negativo en el crecimiento del Este Asiático.


En comparación con el resto del mundo, estos países presentan unas fuertes políticas macroeconómicas, poseen también una fuerte política en la educación, unos altos tipos de ahorro nacionales y una relativa estabilidad política.


Las estrellas del crecimiento económico del Este y Oeste Asiático se han visto obligadas a revisar sus estrategias de industrialización que dependen del fondo extranjero. Parte de los 70 millones de dólares de los fondos absorbidos a fines de 1996 el 53%, según el Banco de Pagos Internacionales correspondió a créditos de instituciones japonesas. De ahí que sea natural que Japón ejerza el liderazgo en la salida de la crisis monetaria.


Para contribuir al desarrollo sostenible de los países del Este y Sudeste Asiático y desarrollar los lazos de convivencia, Japón tendría que liberalizar su mercado protegido y aumentar las importaciones de la región, como hicieron los Estados Unidos con México mediante el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica. Hay muchas cosas que Japón puede hacer además de inyectar dinero como medida de emergencia, para fortalecer la estructura industrial de Asia a largo plazo.


La experiencia nipona en cuanto a política a seguir con las pequeñas y medianas empresas puede servir también de modelo para la industria de componentes de otros países. La producción de piezas tiende a convertirse en el principal objetivo de las pequeñas empresas en todo el mundo. La experiencia de Japón en política industrial es un modelo de desarrollo práctico para los países que quieran financiar empresas pequeñas.


Otros elementos característicos al modelo japonés, como la identificación del personal con el destino de la empresa, la lealtad y el proceso de toma de decisiones desde abajo, son la base de la gestión nipona y de la producción de tecnología; tal vez no puedan aplicarse fácilmente en los países del Sudeste Asiático que suelen practicar una gestión desde arriba hacia abajo y buscar el interés personal. A pesar de esto, una gestión parecida a la japonesa no es del todo imposible.


Japón fue criticado en los inicios de las crisis por los analistas, autoridades de Estados Unidos y del FMI, porque consideraban que la actuación de Japón era insuficiente. La opinión pública era que Japón debía contribuir con todo su potencial a revertir la actual situación financiera de la región y jugar el papel que le toca como primera potencia regional.


Sin embargo con el de cursar del tiempo las contribuciones japonesas a los países del área involucrados en la crisis, silenció las criticas recibidas en los inicios. Ejemplos de esto tenemos las llamadas “Tres iniciativas de Hashimoto”, que se dieron a conocer el 16 de Diciembre de 1997 por el Primer Ministro Ryutaro Hashimoto.



Los objetivos fundamentales de estas tres iniciativas eran los siguientes:


• La cooperación debe encaminarse hacia el logro de la estabilidad monetaria y financiera.


• Apoyar la reforma económica estructural en los países de la ASEAN con el objetivo de lograr un desarrollo estable y sustentable.


• Estrechar el dialogo y el intercambio entre Japón y la ASEAN.


• Desarrollar esfuerzos conjuntos para enfrentar los retos de la comunidad internacional.


Posteriormente los ministros de Finanzas y gobernadores de las naciones más industrializadas del planeta se reunieron en febrero de 1998 en la capital británica con el objetivo de analizar la situación en el Lejano Oriente, así como presionar a Japón a abrir sus mercados para acelerar la eliminación de la crisis asiática.


La situación de crisis y las exigencias actuales de los países de la región propiciaron la creación de nuevos paquetes de ayuda para estabilizar la zona. A principios de octubre, el ministro de finanzas Kichi Miyazawa presentó en la reunión del Grupo de los 7 y los representantes de naciones asiáticas celebrada en Washington, el nuevo plan de ayuda para Asia. Japón anunció un paquete de 30 mil millones de dólares para rescatar el sistema bancario en esto países y contribuir a la estabilización regional conocido como la “Nueva Iniciativa Miyazawa” (Plan Miyazawa) el cual fue recibido con beneplácito por todos los países de la ASEAN.


Los 30 mil millones contemplados en el Plan serán destinados a ayudar a los países asiáticos con problemas (Indonesia, Malasia, Filipinas, Corea del Sur y Tailandia)


La incertidumbre, provocada por el colapso de entidades financieras y la crisis en otros países de Asia, retrasa las inversiones de las empresas niponas en equipos y plantas de producción y frena el consumo de los ciudadanos.


Del total de créditos concebidos en Asia, alrededor de 18 000 millones de dólares corresponden a China y 240 000 millones de dólares están repartidos entre países, Tailandia y Hong Kong. Los créditos que Japón ha concedido a países en toda Asia, cuyo monto alcanza 258 000 millones de dólares, serán de difícil recuperación y agravarán la situación de la economía de este país.





Para resumir podemos describir el doble efecto de la crisis:


La crisis asiática tiene diferentes afectaciones en la economía japonesa:


Entre las más importantes podemos mencionar:


* Japón posee el 40% del comercio y el 30% de sus inversiones con el ASIA


* Los países de la región son los mayores abastecedores de materia prima hacia Japón: petróleo, gas natural, caucho natural, madera, níquel, que son fundamentales para el desarrollo de la economía nipona.


* La incertidumbre, provocada por la crisis en otros países de Asia y el colapso de entidades financieras, retrasa las inversiones de las empresas niponas en equipos y plantas de producción y frena el consumo de los ciudadanos japoneses.


* Del total de créditos concedidos en Asia, alrededor de 18 000 millones de dólares corresponden a China y 240 000 millones de dólares están repartidos entre países, Tailandia y Hong Kong. Los créditos que Japón ha concedido a países en toda Asia, cuyo monto alcanza 258 000 millones de dólares, serán de difícil recuperación y agravarán la situación de la economía de este país.


La crisis económica de Japón tiene diferentes afectaciones en los países del Asia:


Entre los más importantes podemos mencionar:


* Japón posee el 40% del comercio y el 30% de sus inversiones con el ASIA


* El principal país importador de la ASEAN es Japón, incrementándose anualmente, sobrepasando el 12% del valor de las importaciones.


* Japón es la segunda potencia económica mundial y la primera regional.

* Japón es el donante número uno de la Ayuda Oficial para el Desarrollo de todos los países de la Región.

































Conclusiones


Los procesos especulativos que aceleraron la economía de burbuja en Japón demuestran que ningún modelo de desarrollo capitalista queda exento de los peligros del movimiento del capital ficticio que potencian siempre la búsqueda de la ganancia fácil y rápida por encima del camino estratégico y seguro de la competencia tecnológica.


Un país que produce más y mejor debido a un aumento de su productividad fortalece en tendencia su moneda. Cuando Japón aumenta el grado de explotación de su clase obrera y tiene que renunciar o limitar algunas de sus “ joyas” en la organización empresarial y la política de bienestar, contrarresta con ello la presión de los Estados Unidos y hace soportar a su propio pueblo los embates de la competencia internacional sin renunciar a las grandes utilidades de sus inmensos zaibatsus.


Se aprecia como la presión de los Estados Unidos no es efectiva para superar el superávit comercial de Japón. Solo logra hacer revaluar el yen y frente a esa situación Japón traslada el proceso productivo al exterior; destruye empleo y salario; trata de mantener las altas utilidades de las grandes compañías; reduce el consumo del pueblo; reduce la inversión interna; eleva las dificultades de la pequeñas y medianas empresas; incrementa las importaciones --- con el yen revaluado las importaciones son más baratas--- destruye los precios de los productos nacionales en la economía interna; provoca artificialmente la especulación y acelera la economía de burbuja que, en 1990 explotó provocando quiebras bancarias, hace también incobrables los créditos; hay grandes pérdida de capital por devaluación de acciones y de bienes inmobiliarios especulativos; hace reducir la producción; y hace excesivas las capacidades instaladas. En fin, hace patente que la regulación estatal capitalista no puede eliminar el ciclo capitalista ni los efectos de la globalización económica mundial que vincule en un todo la competencia capitalista internacional.


Bibliografía consultada


· Jiménez Lapetra, Rubén, “El yen y el euro se deprecian con fuerza frente al dólar ante la intervención de Japón”, Expansión.com, 10/12/03, Internet.


· Kakuchi, Suvendrini. 2003. InterPress Service, 26/08/03. ( Tomado de Internet)


· Kennedy, Paúl: “Auge y Caída de las Grandes Potencias,” Plaza & james, Barcelona, 1991.


· Maddison Angus, “La Economía Mundial, 1820-1992. Análisis y Estadísticas,” perspectivas OCDE, PARÍS, 1997.


· Marx Karl: “El capital”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1973.


· Marchini, Genevieve, “Reforma y crisis del sistema financiero japonés: Enseñanzas para México”, Revista de Comercio Exterior, Vol.48, núm.2, febrero de 1998.


· Masaaki, Inai: Kaizen. “La clave de la ventaja competitiva japonesa”, Compañía Editorial Continental, S. A. De C. V., Ciudad México, 1989.

Tuesday, January 02, 2007

MAS-IR-

omingo 31 diciembre 14:12, no hucha dijo
la vivienda como multiplicador de valor hace mucho tiempo que dejó de ser. la vivienda como depósito de valor, como hucha, ha comenzado a palidecer desde este octubre pasado. una hucha es hucha porque "es dinero". el dinero de la vivienda es "dinero hipotecario". si el sistema bancario y crediticio decidiera no prestar ni un céntimo para adquirir viviendas, las viviendas no serían percibidas como dinero (así ha sido toda la historia de la humanidad) . sin crédito, la vivienda es una no-hucha. el crédito para viviendas tiene un ciclo largo. es como un marea. lento pero inexorable. la percepción generalizada de las viviendas estandar como depósito de valor es un consenso irracional, una fe que depende de las expectativas de crédito. el crédito ha dictado sentencia en octubre al reorientar el riesgo hacia el sector energético, también cliente natural de las empresas constructoras. en españa, el crédito para adquirir viviendas depende del empleo y éste depende de la construcción residencial; por su parte, la construcción residencial depende de las expectativas de "crédito finalista" que tienen los promotores. la vivienda ya no está siendo percibida como hucha por los observadores más sensibles. pero, hay mucho pisitófilo creditófago vivo y coleando. nos queda por delante mucha temporada de rebajas, mucha cultureta de la oportunidad. 2006 ha sido el año del turning point. 2007 ya no va a tener brillo. 2008 será el año de la recesión. 2009, el de la desmoralización. y 2010, el de la capitulación. al final, la vivienda será percibida como una no-hucha cruel.

lunes 01 enero 16:30, responsabilizacionismo dijo
enlace. solbes repite la conocida jaculatoria de los "hogares matcheados" que enunció vegara hace algo más de un año (hay pasivos, sí, pero también activos) . sin embargo, ahora introduce un nuevo e importantísimo matiz al diferenciar entre el enfoque "global" y el que llama "específico". dice: "la deuda de las familias no es un problema "global" de la economía, pero sí provoca "problemas específicos". del mismo modo, respecto de la situación general de la economía española, ya es costumbre permanente añadir la coletilla de que hay problemas importantes más allá del corto plazo, enumerándolos a continuación, como queriendo que queden muy fijados. estamos ante una evolución importante en el discurso oficial. acuérdense que, en menos de un año, hemos pasado del "eternoprimaverismo" al "desdramatizacionismo", que ya de por si lleva implícita la aceptación de la crisis; ahora, el discurso se va enriqueciendo con el reconocimiento explícito de la situación. señores, estamos inaugurando el "responsabilizacionismo". (soy "no hucha" y gracias por leerme)
lunes 01 enero 17:10, responsabilizacionismo dijo
respecto del ciclo corto o monetario, sí es verdad lo que dices. y, así, lo decimos nosotros muchas veces, sobre todo cuando ´hacemos la crítica de la política presupuestaria. o sea, en gestión coyuntural, sí se pasa del "todo va bien" al "ya nos estamos recuperando", p.e., tras la reducción de las retenciones a cuenta del irpf para dar impulso a la demanda tras un estancamiento (nótese que ahora se están bajando las retenciones, pero hay malicia, porque no trata de reactivar la demanda, sino de compensar las subidas de tipos que le están restando fuerza, precisamente, por tratarse de un año electoral, todo de acuerdo con la calificación de "no contractiva" que le damos a la política presupuestaria, como quedó claro en la última intervención del forista ir-, de acuerdo con el caracter pre-recesivo de la situación) . en relación con el ciclo largo o estructural, la cuestión es distinta. tratándose de crisis estructurales, hay que sentar a todos los interesados en mesas de negociación y adoptar las medidas estructurales, para buscar subóptimos, de acuerdo con el aparato conceptual paretiano. por eso, hay que responsabilizar. además, como sabemos por la literatura macroeconómica que sale de cc.oo., el debate se ha recibido con toda su profundidad. pero falta que "las bases", "las masas", también se responsabilicen y pasen de atar los perros con longaniza a no pedirle peras al olmo.


lunes 01 enero 18:59, responsabilizacionismo dijo
lo que está clarísimo es que el gobierno está metido en un peligroso juego de control de tiempos.el ministro solbes es el áximo adalid de la teoría de la "suficiencia de los márgenes temporales". está claro que sebastián no está de acuerdo. ¿y vegara?también hay que decir que no cabía otra opción, porque en 2004, cuando se planteó el "choque del plan", etc., se vió con claridad que la situación no estaba madura desde el punto de vista financiero, como ha quedado demostrado con el retraso del asalto energético a otoño de 2006.ahora, ya sí hay madurez financiera. por eso decimos que el turning point es oficial, sobre todo, en los cuarteles generales. el proceso de crash inmobiliario ya ha empezado y de lo que se trata es de sincronizar con él todos los demás procesos que se puedan.
0102 enero 12:01, responsabilizacioinismo dijo sociedad de tasación sigue poniendo en sus informes su famosa idea de que hay un hipotético "clima de confianza" que "genera" "demanda suficiente" para "absorber la oferta". ¡qué obscenidad, dios! no se habla de cómo la oferta satisface a la demanda, que sería lo serio, sino de cómo la demanda satisface a oferta. es el mundo al revés de los usureros. esta es la esencia de todo. la activomanía. el país tiene actividad residencial porque esa es su única actividad. y el producto de esa actividad debe "absorberse" porque si no deja de haber actividad. y para que no se amontonen los stocks debe haber un clima psicológico (patológico) que inflame la demanda suficientemente. en el mercado de compra, la cuestión es la abundancia de oferta. con el alquiler pasa igual. se proclama, por los de siempre, que debe haber un "clima de seguridad" que "genere" "oferta suficiente" para "absorber la demanda". se mete el miedo en el cuerpo de los posibles ofertantes asegurando que el inquilianto no tiene seguridad jurídica. cuando, en realidad, lo que no hay es demanda, porque el sistema está basado en que no haya inquilinos sino deudores hipotecarios ("al final, no tienes nada tuyo") . en el mercado de alquiler, la cuestión es la debilidad de la demanda. (en cuanto al dato del 9, 8%, el desprestigio de st es tal que no merece la pena ni comentarlo; esperemos al "dato mviv" y al informe de idealista, para hacer análisis; todos sabemos que los precios están bajando y, en algunos sitios, muy notablemente) .
02 enero 12:12, en proceso dijo Desde las universidades de empresariales y económicas corre el desagradable rumor de que hay crisis y que antes de terminar el año todos seremos conocedores de los detalles, allí también comentan las grandes ventajas del alquier vs la compra. si lo dicen los que saben de esto, yo me los creo, tiempo al tiempo, la crisis española esta en proceso de ebullición.

Monday, December 25, 2006

MAS IDEALISTA25

10-DICIEMBRE Nuestros nuevos amos
ARTURO PÉREZ-REVERTE XLSemanal 3 de diciembre de 2006A los españoles nos destrozaron la vida reyes, aristócratas, curas y generales. Bajo su dominio discurrimos dando bandazos, de miseria en miseria y de navajazo en navajazo, a causa de la incultura y la brutalidad que impusieron unos y otros. Para ellos sólo fuimos carne de cañón, rebaño listo para el matadero o el paredón según las necesidades de cada momento. Situación a la que en absoluto fuimos ajenos, pues aquí nunca hubo inocentes. Nuestros reyes, nuestros curas y nuestros generales eran de la misma madre que nos parió. Españoles, a fin de cuentas, con corona, sotana o espada. Y todos, incluso los peores, murieron en la cama. Cada pueblo merece la historia y los gobernantes que tiene. Ciertas cosas no han cambiado. Pasó el tiempo en que los reyes nos esquilmaban, los curas regían la vida familiar y social, y los generales nos hacían marcar el paso. Ahora vivimos en democracia. Pero sigue siendo el nuestro un esperpento fiel a las tradiciones. Contaminada de nosotros mismos, la democracia española es incompleta y sectaria. Ignora el respeto por el adversario; y la incultura, la ruindad insolidaria, la demagogia y la estupidez envenenan cuanto de noble hay en la vieja palabra. Seguimos siendo tan fieles a lo que somos, que a falta de reyes que nos desgobiernen, de curas que nos quemen o rijan nuestra vida, de generales que prohíban libros y nos fusilen al amanecer, hemos sabido dotarnos de una nueva casta que, acomodándola al tiempo en que vivimos, mantiene viva la vieja costumbre de chuparnos la sangre. Nos muerden los mismos perros infames, aunque con distintos nombres y collares. Si antes eran otros quienes fabricaban a su medida una España donde medrar y gobernar, hoy es la clase política la que ha ido organizándose el cortijo, transformándolo a su imagen y semejanza, según sus necesidades, sus ambiciones, sus bellacos pasteleos. Ésa es la nueva aristocracia española, encantada, además, de haberse conocido. No hay más que verlos con sus corbatas fosforito y su sonriente desvergüenza a mano derecha, con su inane gravedad de tontos solemnes a mano izquierda, con su ruin y bajuno descaro los nacionalistas, con su alelado vaivén mercenario los demás, siempre a ver cómo ponen la mano y lo que cae. Sin rubor y sin tasa. En España, la de político debe de ser una de las escasas profesiones para la que no hace falta tener el bachillerato. Se pone de manifiesto en el continuo rizar el rizo, legislatura tras legislatura, de la mala educación, la ausencia de maneras y el desconocimiento de los principios elementales de la gramática, la sintaxis, los ciudadanos y ciudadanas, el lenguaje sexista o no sexista, la memoria histórica, la economía, el derecho, la ciencia, la diplomacia. Y encima de cantamañas, chulos. Osan pedir cuentas a la Justicia, a la Real Academia Española o a la de la Historia, a cualquier institución sabia, respetable y necesaria, por no plegarse a sus oportunismos, enjuagues y demagogias. Vivimos en pleno disparate. Cualquier paleto mierdecilla, cualquier leguleyo marrullero, son capaces de llevárselo todo por delante por un voto o una legislatura. Saben que nadie pide cuentas. Se atreven a todo porque todo lo ignoran, y porque le han cogido el tranquillo a la impunidad en este país miserable, cobarde, que nada exige a sus políticos pues nada se exige a sí mismo. Nos han tomado perfectas las medidas, porque la incultura, la cobardía y la estupidez no están reñidas con la astucia. Hay imbéciles analfabetos con disposición natural a medrar y a sobrevivir, para quienes esta torpe y acomplejada España es el paraíso. Y así, tras la añada de políticos admirables que tanta esperanza nos dieron, ha tomado el relevo esta generación de trileros profesionales que no vivieron el franquismo, la clandestinidad ni la Transición, mediocres funcionarios de partido que tampoco han trabajado en su vida, ni tienen intención de hacerlo. Gente sin el menor vínculo con el mundo real que hay más allá de las siglas que los cobijan, autistas profesionales que sólo frecuentan a compadres y cómplices, nutriéndose de ellos y entre ellos. Salvo algunas escasas y dignísimas excepciones, la democracia española está infestada de una gentuza que en otros países o circunstancias jamás habría puesto sus sucias manos en el manejo de presupuestos o en la redacción de un estatuto. Pero ahí están ellos: oportunistas aupados por el negocio del pelotazo autonómico, poceros de la política. Los nuevos amos de España.
miércoles 06 diciembre 15:07, guerra geofinanciera dijo
En su guerra geofinanciera contra las divisas de sus competidores geoeconómicos, Estados Unidos no dispone de demasiada imaginación y ha recurrido a su arma favorita en geopolítica, en su modalidad de terrorismo financiero: la amenaza de ataques cibernéticos de Al-Qaeda y su maligna célula monetarista sicodélica Anhiar Al-Dolar en contra de los servicios financieros anglosajones para destruir la base de datos de sus sitiales (Reuters, 30/11/06), lo cual ocultaría, a nuestro juicio, tanto los manejos clandestinos como las enormes pérdidas de los ominosos hedge funds (fondos de cobertura de riesgos) . El desplome del dólar constituye la crónica de una historieta muy reiterativa cuando ha arreciado la desaceleración de la frágil economía de EU, al borde de una recesión, lo cual tendría "efectos devastadores en los mercados globales" (The Observer, 3/12/06) . Como Sansón, el guerrero de la secta fundamentalista hebrea nazirita, la teocracia torturadora bushiana pretende sacar provecho de la caída libre del dólar para asestar severos golpes a las divisas de sus rivales geofinacieros: el euro y el yuan chino. Jitendra Joshi (Yahoo News, 3/12/06) se asombra de la "negligencia (sic) benigna" de EU mientras se desploma su divisa: "el silencio de Washington es ensordecedor". Dados los resultados de la debacle deliberada del dólar en el largo fin de semana de Acción de Gracias, se puede conjeturar que la banca israelí-anglosajona intentó golpear a Francia y Alemania (Gran Bretaña, en plena disimulación, aún no se incorpora en forma pérfida a la moneda común europea), así como al yuan de China para favorecer las exportaciones del eje anglosajón-nipón. El yen, curiosamente, se devaluó frente al euro a niveles de hace seis años. Son jugadas de ajedrez geofinanciero en la retaguardia de la geopolítica cuando Rusia ya desbancó a Taiwán del tercer lugar de las reservas foráneas de divisas, detrás de China y Japón.
11 diciembre 13:10, luisito dijo
El coeficiente de caja (el sistema bancario fraccionario) permite la multiplicación del dinero pero, ovbiamente, es la autoridad monetaria quien controla de forma casi absoluta todo el proceso (al menos cuando las cosas van bien) en un modelo ultrainflaciónario como el aue actualmente reina en el mundo el sistema financiero actua como un distribuidor de dinero fresco en el proceso de inundación de liquidez aunque, en teoría, también podría usarse para drenar liquidez del sistema. El sistema bancario fraccionario multiplica el dinero circulante porque el dinero que sale como crédito reentra casi de inmediato como depósito (salvo lo que queda debajo de algún colchón) . ese dinero depositado en el banco es inmediatamente emitido como nuevo crédito. Un coeficiente de caja normal es el 10% y permite una multiplicación de 10 (un coeficiente del 5% permitiría una multiplicación de 20) . el proceso de inundación de liquidez viene a funcionar de la siguiente forma: el banco emisor abre una cuenta en el banco x e ingresa un millón. el banco x multiplica ese millón y emite crédito por valor de 10 millones. para que este proceso de inundación de liquidez funcione hacen falta dos cosas: que haya dinero disponible y que alguien desee pedir los créditos precisos. el banco central puede siempre crear y poner en manos de la banca todo el dinero necesario. la segunda condición, sin embargo, a veces falla. el banco central consigue que se demanden créditos haciendo los créditos más atractivos (bajando los tipos) pero a veces esto falla y la gente no desea nuevo crédito incluso aunque regalen esos créditos. esta situación es unos de los tipos de "trampa de liquidez". una situación temible para los bancos centrales porque al no poder obligar a la gente a endeudarse pierden el control del sistema
11 diciembre 18:57, eternoprimaverismo dijo
Hoy sólo voy a aportar un dato que da mucho para pensar: la banca española acapara un 70% de los créditos que se prestan los bancos en europa, en el denominado mercado interbancario, es decir, que países de la importancia de francia, alemania, holanda, entre otros, están financiando la locura "ladrillera" española. ESTO, COMO PODREIS COMPRENDER, TIENE UN LÍMITE. SEGÚN ME CUENTAN EN ALTAS INSTANCIAS ECONÓMICAS EUROPEAS HAY UNA CADA VEZ MAYOR RETICENCIA POR LOS GRANDES BANCOS Y ENTIDADES ECONÓMICAS A SEGUIR PRESTANDO UN DINERO QUE, PERMANECIENDO ESPAÑA EN LA ZONA EURO, CADA VEZ SE TORNA MÁS DIFÍCIL SU RETORNO A MEDIO Y LARGO PLAZO A LOS PAÍSES AHORRADORES. DICHO SENCILLAMENTE, SE ESTÁ ABRIENDO PASO EN LA EUROPA ECONÓMICAMENTE FUERTE UN MOVIMIENTO DE RECHAZO A NUESTRA CORRUPCIÓN POLÍTICA Y A UNA ESPECULACIÓN URBANÍSTICA RAYANA EN LA IDIOTEZ DE CASI TODO EL PUEBLO ESPAÑOL. EUROPA NO ESTARÁ DISPUESTA POR MUCHO TIEMPO A PAGAR LOS PLATOS ROTOS, Y O ESPAÑA DETIENE ESTE DESENFRENO ESPECULATIVO, O SERÁN ELLOS QUIENES SE ENCARGUEN DE TOMAR LAS MEDIDAS PERTINENTES PARA DETENER SEMEJANTE LOCURA COLECTIVA ESPAÑOLA.

12 diciembre 14:52, eternoprimaverismo dijo
los que estais pagando una vivienda mediante crédito hipotecario y, por ello, desgravando en el i.r.p.f., podeis ya a empezar a hacer cuentas, porque esta desgravación por la compra de la vivienda habitual estará vigente, como mucho, hasta 2008. el gobierno actual no se atreve a tomar esta medida absolutamente impopular, y para ello, entre otras cosas se ha traído a un relator de naciones unidas para hacernos el cuerpo a que dicha desgravación es ilógica, pues aumenta el precio de la vivienda, beneficiando a terceros (léase, constructores, promotores, etc) esto daría lugar a un comentario más extenso, pero la supresión de dicha desgravación va a ser un palo más para los hipotecados y, cuyas consecuencias letales las tengo recogidas en mi hoja de ruta 2007-2009. vayan diciendo adiós a dichas desgravaciones, es un consejo.
12 diciembre 17:02, eternoprimaverismo dijo
para que el gobierno pueda suprimir la desgravación de la vivienda basta sólo un decreto-ley, ni siquiera es preciso la existencia de una ley. y no se me diga que afectaría a la compra de las viviendas a partir de la entrada en vigor de la norma nueva, porque, sencillamente, como ha declarado el tribunal constitucional español, no existe retroactividad "propia" (que es la que está prohibida), sino retroactividad"impropia", que se plantea en numerosas ocasiónes en el ámbito tributario. dicho en román paladino, el gobierno (no antes de las elecciones generales), suprimirá dichas desgravaciones por razones estrictamente recaudatorias, aunque al vulgo le tratarán de vender la idea de la injusticia de dicha desgravación porque iba en contra de los intereses generales, entre otras chorradas de ese tipo. Mi opinión: vayan haciendo cuentas porque pronto dejarán de contar con la ayuda de la desgravación por la vivienda habitual, tanto para las compradas con posteriridad a la norma que suprime la desgravación como a las viviendas compradas con anterioridad.
13 diciembre 11:07, 1 dijo
Una vez más, y tal como estaba previsto, el jueves pasado el Banco Central Europeo ha elevado el tipo de interés. Resulta difícil justificar tamaña decisión, como no sea por el dogmatismo del que suelen hacer gala las autoridades monetarias. En el último año, tras seis aumentos consecutivos, con una subida global de 150 puntos porcentuales, el precio del dinero se sitúa en el 3, 5% . Y, lo que es aún peor, de las palabras de Trichet se deduce que en el futuro van a continuar los incrementos. El Consejo del BCE fundamenta la adopción de estas medidas en el, según él, fuerte crecimiento de los agregados monetarios acaecido en los últimos tiempos y que aconsejarían una política restrictiva. Hace suya la frase de Friedman de que "la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario" y que, por tanto, existe una relación directa entre la cantidad de dinero en circulación y el nivel de precios. Para los monetaristas, la tarea es relativamente simple: si se quiere controlar la inflación, sólo hay que reducir la masa monetaria. Es este mecanismo el que pretende instrumentar el BCE. Considera que en estos momentos existe peligro de que la inflación se sitúe a niveles más altos de lo que sería razonable debido a que la cantidad de dinero en circulación es muy elevada. Conviene, por consiguiente, reducir ésta, aumentando los tipos de interés. Tal argumentación presenta bastantes puntos débiles. El primero radica en creer que la inflación es un fenómeno exclusivamente monetario. Nadie duda que las variables monetarias influyan en el nivel de precios, pero, al mismo tiempo, hay que admitir que éste depende también de otras variables, y si no, ¿cómo explicar que países con la misma política monetaria presenten tasas de inflación diferentes? Es bien sabido que España tiene un fuerte diferencial de inflación con las otras economías de la zona euro y, sin embargo, todos están sometidos a la misma política monetaria.
13 diciembre 11:09, 2 dijo
La segunda objeción surge de comprobar que la cantidad de dinero con lo que guarda relación es con el PIB nominal, variable compleja formada por el crecimiento real y el índice del nivel de precios. Una política monetaria restrictiva tendente a reducir la cantidad de dinero en circulación no tiene por qué traducirse de forma automática en una menor inflación, puede muy bien convertirse, al menos parcialmente, en menor crecimiento. La historia económica está llena de situaciones en las que las autoridades monetarias al practicar una política restrictiva, lejos de controlar los precios, han abortado una recuperación económica o han arrastrado a una economía a la recesión y al paro. De aquí el enorme contrasentido de que la Unión Europea al crear el BCE le haya encomendado como única finalidad el control de la inflación sin asignarle responsabilidad alguna sobre el crecimiento económico. La tercera objeción parte de la propia imperfección de la política monetaria, por lo menos de la instrumentada por el BCE, que fija como variable intermedia la cantidad de dinero en circulación. Como afirma Galbraith, lo menos que se les puede pedir a quienes colocan el dinero como variable estratégica y principal es que definan correctamente lo que entienden por tal. Pues bien, lo que sucede es todo lo contrario. Pocas magnitudes han tenido que revisarse y cambiar de definición con tanta frecuencia como las variables monetarias. En un mundo financiero en continua ebullición y en el que permanentemente se están creando instrumentos financieros, resulta casi imposible establecer una delimitación correcta del concepto de oferta monetaria, y mucho menos que éste permanezca estable el tiempo suficiente como para poder fijar inferencias.
13 diciembre 11:12, 3 dijo
La cuarta incertidumbre se relaciona con la anterior y consiste en la enorme inestabilidad que caracteriza la demanda de dinero. Toda la teoría cuantitativa se basa en que la velocidad de circulación del dinero es estable. Pero en la actualidad cuando la economía y los mercados financieros están integrados globalmente no se puede estar seguro de que esta estabilidad se cumple dentro del espacio monetario. Los enormes movimientos internacionales con transferencias continuas entre diferentes monedas buscando condiciones más ventajosas en cuanto a tipo de interés y de cambio echan por la borda los presupuestos anteriores.
diciembre 11:12, 4 dijo
Si hace veinte años éramos muy pocos los que señalábamos que el Banco de España se había perdido en los ALPES (activos líquidos en manos del público, variable monetaria que nuestro banco emisor identificaba como dinero en circulación), hoy son muchas las voces que desde el mundo académico e incluso desde otros bancos centrales critican al BCE por seguir anclado en este tipo de política monetaria. Hay bastantes factores que indican que hoy en día esta política restrictiva constituye un grave error. La inflación se mueve en parámetros perfectamente tolerables; el euro está sobrevalorado, con el consiguiente perjuicio de nuestro sector exterior, y una política como la que sigue el BCE va a contribuir aún más a su apreciación; Europa se adentra por una senda de recuperación económica, recuperación que puede abortarse con las elevaciones de tipos de interés. La Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha exhortado con toda razón al BCE a poner fin a su ciclo de endurecimiento monetario y a no continuar en el 2007 con esa política de subida de tipos de interés, ya que estas medidas revierten negativamente en los trabajadores europeos. Más clara ha sido aún, en Lisboa, la candidata socialista a la presidencia francesa, Ségolène Royal, al afirmar que Trichet no tiene derecho a dirigir la economía europea; este derecho, proclamó, corresponde a los políticos democráticamente elegidos.
Patriotismo social Montilla despliega el patriotismo social. Este parece ser el eslogan del nuevo tripartito. En un discurso a su estilo, sobrio y sin estridencias, con un elegante final de voluntad integradora, ha marcado los hechos diferenciales del segundo tripartito respecto al primero: autoridad, poco ruido identitario, disciplina de grupo. Que así sea.
A Zapatero le preocupa tanto CiU, que no consigue hacer creíble su apoyo a Montilla y al nuevo gobierno. Por lo menos en Cataluña. De todos modos, el presidente hará bien en no olvidarse de quienes son los suyos: necesita sus votos.
Otro piso protegido a un hijo de un concejal del PP de Valladolid. Es entrañable esta corrupción de mesa camilla tan católica: todo vale por la sagrada institución de la familia. La familia que se enriquece unida permanece unida.
Didier Bigo, especialista en cuestiones de terrorismo, advierte de que las discriminaciones sociales y raciales que practican las fuerzas de seguridad puede ahora doblarse con discriminaciones tecnológicas: uno puede convertirse en sospechoso por haber comprado un billete en un lugar distinto del punto de partida de su viaje o porque le toque dos veces un asiento en el avión que tenga una persona una sospechosa al lado. Así se destruyen los más elementales derechos con los sistemas de información cruzada entre policías, servicios de información y empresas aéreas. Con la plena complicidad de nuestros gobernantes.
Bagdad, suma y sigue. No hay límites a la magnitud del desastre. Los civiles mueren y mueren sin que nadie haga nada para evitarlo. Nihilista fue la violencia de los ocupantes –destruir por destruir; nihilistas son las respuestas –el fuego redentor. ¿Hay salida? ¿Guerra civil o fragmentación étnica? ¿Es este el dilema?
Silencio con truco Me dice un amigo cubano, Raúl Castro controla todos los hilos que pueden facilitar la transición. En las empresas participadas cubanas siempre aparecen nombres de militares o sea que Raúl controla las armas y los dólares.
Una pregunta: ¿cómo se explica que Fidel Castro, tan dispuesto siempre a lanzar diatribas contra el imperialismo, no haya dicho una palabra sobre la conversión en campo de concentración y tortura de la base de Guantánamo, que los americanos tienen en tierra cubana, con un alquiler a precios del siglo XIX? Este silencio tiene truco.
Multitudinario homenaje al juez Martín Pallín en Madrid. Pallín es de izquierdas, pero la izquierda oficial le negó tantas veces como pudo: le cortó al ascenso al Consejo General del Poder Judicial, le cortó el camino a defensor del pueblo. La izquierda, cuando manda, siempre desconfía de aquellos de los suyos que han demostrado demasiado perfil propio.
Issa Goraieb, comentarista de "L’Orient, le jour" de Beirut se pregunta a propósito del asesinato del ministro Gemayel: ¿Por qué, después de once meses de pausa, este retorno a la dialéctica de los atentados, cuando el Líbano esta sumido en una de sus más graves crisis, cuando los libaneses están divididos prácticamente por todo? Porque el asesinato de ayer, los que lo encargaron y los que lo planificaron, lo han concebido como una infernal bomba de fragmentación, similar a estos artefactos lanzados por millares el verano pasado por el enemigo israelí y que no paraban de matar. Alguien está empeñado en la guerra civil.
Un millón y medio de ciudadanos han abandonado Irak después de la ocupación americana. Actualmente están saliendo cien mil cada mes, según las Naciones Unidas. O sea en cada zona la limpieza étnica está en marcha. ¿Era esto lo que se buscaba? ¿Es así que se combate el terrorismo?
Del debate de esta mañana en la Ser sobre el País Vasco me atrevo a deducir una cosa: Josu Jon Imaz está cargando sobre sus espaldas la reactivación del proceso de fin de la violencia.
El descaro de los pijos Desayuno de despedida a Pasqual Maragall. Me sorprende siempre su obsesión en resolver el problema del encaje de Cataluña en España. Es una cuestión tan estructural que a mi me parece que sólo cabe practicar la "conllevancia", como decía Ortega. El que pretenda resolverlo de verdad forzosamente se acabará encontrando con la autodeterminación.
Entrañable Esperanza Aguirre, la pobre con su sueldo de presidenta no llega a final de mes y lo dice. Es el descaro de los pijos. ¿Se le ha ocurrido pensar que la mayoría de madrileños tienen dificultades reales, no como las suyas, para llegar a final de mes y tienen el pudor de no decirlo? ¿Se puede gobernar tan lejos de la realidad?
¿Los apuros de Zapatero se deben a las dificultades del proceso de fin de la violencia o a la sensación de que el domador no puede con todos los caballos que soltó? Sería curioso que, después de haber llamado a la reforma general, lo que salvara a Zapatero fuera lo único que apenas ha tocado: la política económica.
Desastres de diseño, es el nombre que el urbanista Michael Cohen da a las catástrofes naturales que provocan grandes devastaciones por la falta de previsión y planificación de los hombres. Katrina, por ejemplo.
Si distinguimos entre guerra –el instrumento- y belicismo –la ideología, ¿por qué no distinguimos también entre terror y terrorismo? Probablemente, quienes han estado en grupos terroristas dirían que desde el primer atentado la violencia se convierte ya en fin y motor de la organización, y que, por tanto, medio y fin son inseparables. Pero la razón me parece más banal: distinguir entre terror y terrorismo permite hablar, por ejemplo, de terror de Estado. Y esto es lo que quiere evitarse.
Las dificultades del proceso vasco, dan la razón a Fred Hallyday: La violencia es fácil, lo que es difícil es la no-violencia
La mesa virtual El realismo político no debería ser incompatible con la decencia. Esperemos, por lo menos, que la operación Obiang otorgue los beneficios buscados. Si el negocio se lo llevan otros, los americanos, por ejemplo, a la indecencia se sumará el ridículo.
La dureza de las primarias disputadas en el seno del Partido Socialista Francés confirma una ley de la política: el enemigo está en casa. Los socialistas franceses han dado un paso interesante que sólo podrá ser valorado con la perspectiva de la campaña electoral. ¿El PSF saldrá del experimento más unido para ir al combate con la derecha o, al contrario, las querellas familiares dejarán huella para placer de los traidores compulsivos? Hay entre ellos uno muy conocido: Laurent Fabius.
Mientras Chirac da su apoyo a Zapatero, Sarkozy pasa información al PP para alimentar el acoso y derribo la proceso de fin de la violencia. Es la derecha francesa. Desunida hasta que la muerte la separe.
El profesor Germa Bel aporta una de estas cifras que explican los recelos periféricos contra el centralismo. Por el aeropuerto de Madrid pasa el 22% del tráfico aéreo en España y, sin embargo, en los últimos veinte años ha recibido el 57% de la inversión aeroportuaria del estado. Sin comentarios.
Cunde la idea de que José Ternera ha perdido la mayoría en la dirección de ETA en beneficio de Txeroki y la gente del aparato militar. No es nada extraño. En este tipo de organizaciones casi siempre acaban mandando los que tienen las bombas.
En cualquier caso, la esperanza para el futuro del llamado proceso de paz está en un hecho. A pesar del enorme ruido de estos días, nadie se ha levantado de la mesa. Aunque de momento sea esta una mesa virtual.
18 diciembre 15:01, luisito dijo
" ¿por que se necesita crecer continuamente? (economicamente hablando) " porque esencialmente la única solución de las autoridades (y los economistas) a cualquier problema económico es posponer su solución o trasladar el problema hacia algún momento del futuro. si la economía crece exponencialmente el tamaño relativo de sus problemas disminuye exponencialmente. trasladar la solución de un problema hacia el futuro ayuda a resolverlo simplemente porque la economía del futuro será mayor en volumen (tendrá una mayor capacidad de resolver problemas)
18 diciembre 15:59, luisito dijo
cuando explicaba por qué la economía debe crecer continuamente (y de manera exponencial) no me refería a que ese crecimiento continuo fuese una caracteristica de la economía. esta necesidad de un crecimiento continuo es cosa de los economistas y de las autoridades económicas. la economía humana se desarrolla dentro de una especie de tubo de ensayo finito que es el planeta. la economía obtiene recursos de la neturaleza y entrega a esa naturaleza sus desechos con la idea de que la naturaleza los recicle en nuevos recursos. como los sistemas naturales tienen un tamaño finito, ovbiamente, la economía humana (al menos en términos de recursos-desechos) no puede crecer ilimitadamente. las economías tradicionales crecían al principio porque la población de los países crecia. luego las economías crecieron porque crecía la productividad de sus procesos. sea como sea, la mentalidad de un economista tiende a dar por sentado que la economía es un organismo en permanente crecimiento. como consecuencia de esta suposición el remedio de un economista a cualquier problema suele ser enviarlo hacia el futuro confianda en que según crezca la economía el problema disminuirá en proporción. Las autoridades económicas se muestran incapaces de gobernar economías estancadas o en recesión. no disponen de métodos útiles para gestionar estas situaciones. los retrocesos en el tamaño de las economías suelen ser de tipo catastrófico y descontrolado, como sucede en las grandes depresiones o en los descensos del pib que ocurren en las guerras. es posible que las grandes conflagraciones bélicas y la destrucción masiva y posterior reconstrucción del capital solo sea una consecuencia de la incapacidad de los economistas de gestionar economías estancadas o en regresión.
15.-¿CUÁNDO?. La inteligencia también está para hacer previsiones. Tenemos 3 ideas: 1) Según la OCDE (WEO April 2003, Cap. 2, "When bubbles burst"), los ciclos inmobiliarios, en promedio, ha durado 20 años al alza y 4 corrigiendo; en España, encaja perfectamente, porque todo comenzó con el alza explosiva 1986 1989 2) L. A. Rojo ha anunciado que "dentro de 1 año o 2" estamos en recesión; o sea, en el verano de 2008 la compensación que el gasto público ya ha comenzado a hacer del consumo privado menguante no será suficiente para arrojar cifras positivas de PIB. 3) La orgía energética demuestra que este octubre ha tenido lugar el "turning point" del pisito. En suma, en 2010, los precios nominales estarán un 50% por debajo de los actuales y el enamoramiento con el ladrillo habrá muerto.

37.-No está de más recordar los 5 pilares de la fe nuncabajista: 1) bajar nunca bajan; 2) alquilar es tirar el dinero; 3) el dinero no renta nada; 4) venderse, todo se vende; y 5) esta zona va para arriba. En España, el cambio ideológico tuvo lugar en 2002, cuando los dos grandes bancos vendieron sus inmobiliarias de toda la vida (sch, vallehermoso a sacyr; y bbva, metrovacesa a bami). El sistema financiero, más jerarquizado de lo que se piensa, prclamóque ya empezaba a estarcontento con su inversión crediticio hipotecaria y que fuéramos pensando en aterrizar; para ello, entonces, se postulaba un proceso "ordenado y progresivo" que requeriría de medidas "suelo & alquiler". Pero, Alí Baba no sólo no se ha dosificado nada sino que no ha parado de mofarse de los "catastrofistas". ¡Mierda!.

46.-CONSEJOS PARA POLEMISTAS. Ante un nuncabajista recalcitrante sólo hay un camino: hablarle de lo financiero. "Loh miyoneh" del pisito son "dinero hipotecario". El dinero de los promotores es el dinero que deberá ser prestado a sus clientes. La demanda de cobijo tiende a infinito, pero el endeudamiento se satura. Endeudarse es traer dinero del futuro (un filón que debe respetarse). La burbuja no es inmobiliaria, es crediticia. el crédito depende más de las ganas de prestar que del tipo de interés (liquidity trap; neoclásicos).
48.-EL NOTICION DEL DIA. Venezuela, Emiratos, Irán e Indonesia han anunciado que el euro sustituye al dólar como moneda contable del petróleo. Además, Irán aceptará euros en pago de su crudo. Por fin, el gran proceso devaluatorio del dólar toma forma. Mientras no se se acepte la debacle, en la eurozona, deberemos mantener un diferencial de tipos importante con el dólar. El BCE no tiene márgenes para subir los tipos. Además, Solbes ha dicho que "es muy alto el umbral de sufrimiento que las familias pueden soportar en materia de tipos". Con ello, implícitamente, reconoce que el nivel teórico de tipos pinchaburbujista es demasiado elevado como para juguetear a explorarlo. LA BURBUJA ESPAÑOLA DEBERÁ PINCHARSE A PELO. Las EECC ya están cortando el crédito por las bravas. Falta salir por TVE.
67.-Sabe de economía quien comprende las relaciones entre inflación, tipo de interés y tipo de cambio. Un dólar débil disminuye la maniobrabilidad del BCE en materia de tipos. Las políticas de comunicación de los bancos centrales justifican sus movimientos de tipos sólo con argumentos que involucran la inflación, el crecimiento y el empleo. Pero, silencian las razones cambiarias. En plena orgía inmobiliaria, se proclamaba (por los triunfadores del pisito) que había un nivel teórico de tipos pinchaburbujista, a sabiendas que los tipos no estarían altos durante décadas, como desde hacía años se decía en todo análisis serio, ya fuera sobre el dólar, el iceberg deflacionario, la globalización, etc. (p.e., el llamado informe Rogoff, del FMI). Nuestra burbuja está pinchando a pesar de los tipos.
19 diciembre 15:00, pisitofilo creditofago dijo
sin querer entrar en asuntos extraños a la economía y a la vivienda, he conocido muy reciéntemente un asunto de política internacional, que va a tener muy serias consecuencias. me refiero a que el director de los servicios secretos israelíes INFORMÓ ayer en el parlamento que irán estará en condiciones de tener armas atómicas en 2009. vayamos a lo que importa: fecha tope para la intervención militar en irán-2009.SegUNDO, REPERCUSIONES ENORMES EN EL PRECIO DEL BARRIL DE PÉTROLEO. TERCERO, LA POLÍTICA MONETARIA SEGUIDA POR LA F.E.D Y POR EL B.C.E. EN CONDICIONES ECONÓMICAS NO EXTRAORDINARIAS SE PUEDE IR A HACER PUÑETAS. CONCLUSIÓN: ME TEMO QUE LA VIVIENDA SUPERE, AMPLIAMENTE, EL MARGEN DE BAJADA DEL 50% QUE YO PREVEÍA PARA 2010 EN ESPAÑA.